"Ciencia dificultosa, experiencia peligrosa, recíbela con buen ánimo pues sin trabajo ninguno gozas de los muchos que en tan largo viaje hemos experimentado."
Así terminaban el diario de su expedición (Relación del viaje hecho por los capitanes Bartolomé García de Nodal y Gonzalo de Nodal, hermanos, naturales de Pontevedra, para el descubrimiento del nuevo estrecho), los Nodales, pilotos españoles que a principios del siglo XVII fueron enviados por Felipe III a reconocer el litoral de Tierra del Fuego. Litoral que en esos años estaba también siendo visitado por holandeses e ingleses. De su expedición quedan, además del libro, los topónimos Diego Ramírez, una isla bautizada así por el cosmógrafo que los acompañaba, y Buen Suceso, una bahía frente a la Isla de los Estados que lleva el nombre de uno de sus barcos.
Esta frase y su comentario nos pueden indicar el ambiente en que nos vamos a mover durante este año:
• la lucha de las potencias europeas por el dominio de los nuevos territorios descubiertos,
• la experiencia de estos marinos, peligrosa como ellos decían, navegando por un mundo del que iban creando los mapas a medida que avanzaban,
• los nuevos conocimientos, esa ciencia dificultosa, que adquirían en sus viajes, conocimientos de rutas, de territorios, de grupos nativos, de recursos económicos, que eran poder para Europa.
Vamos a estudiar tres siglos (XVI, XVII y XVIII) durante los cuales un selecto grupo de países europeos exploró, conectó y subordinó los continentes restantes cambiando para siempre el mapa del mundo
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